Alberto Suárez Inda, el nuevo cardenal mexicano

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El fin de semana, el titular de la arquidiócesis de Morelia, Alberto Suárez Inda, fue nombrado cardenal por el Papa Francisco.

Suárez Inda nació el 30 de enero de 1939 en Celaya, Guanajuato. Sus estudios eclesiásticos los realizó en el seminario de Morelia y después dejó México para ir a la capital de Italia, donde recibió en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma.

Fue nombrado sacerdote el 8 de agosto de 1964; posteriormente fue ordenado obispo, el 5 de noviembre de 1985, y tomó posesión de la diócesis de Tacámbaro, en el estado de Michoacán.

Ahí estuvo hasta enero de 1995, hasta que el entonces Papa Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Morelia.

El ahora cardenal había manifestado en diversas ocasiones su deseo de retirarse para descansar, pero el día en que saludó al Papa Francisco, el 20 de mayo pasado en Roma, “él, sin que yo me lo esperara, me dijo: ‘he escuchado que usted ya se nos quiere escapar y yo le pido que aguante’ y no tuve más que responder”.

Feligreses del estado de Michoacán, familiares, representantes diplomáticos y eclesiásticos celebraron este lunes al nuevo cardenal mexicano, degustando platillos típicos de la gastronomía de México.

Flautas, tacos, bolitas de chicharrón, chiles rellenos, pambazos y buñuelos fueron algunas de las especialidades que los invitados pudieron degustar en la recepción, que tuvo lugar en la residencia del embajador de México ante la sede católica, Mariano Palacios Alcocer.

Acudieron al encuentro los cardenales José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano; Javier Lozano Barragán, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Salud del Vaticano; y el gobernador de Michoacán, Salvador Jara Guerrero.

El arzobispo de Morelia y nuevo purpurado, celebró una misa en la capilla de la Virgen “Salus Populi Romani”, ubicada dentro de la Basílica de Santa María la Mayor de la capital italiana.

Tras la celebración, en la que participaron más de 200 personas, Suárez Inda se dirigió con sus vestimentas cardenalicias y sin mayores problemas hasta un bar cercano, donde tomó un café con algunos familiares.

Ya al mediodía, en la embajada mexicana ubicada en la exclusiva zona de Villa Borghese, Palacios Alcocer le regaló un birrete púrpura, como marca la tradición.
Fuente: http://aristeguinoticias.com/

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